domingo, 20 de mayo de 2018

La historia de Oliver


     En una calle casi inhabitada se encontraba un niño de once años, por lo visto muy apurado, llamado Oliver. Este niño parecía estar corriendo sin rumbo, intentando encontrar un lugar rápido y lejano para esconderse. Pero para averiguar a dónde iba tendríamos que retroceder un año atrás.
     El Sr. Augusto Gonzáles y su esposa Manuela, estaban en una crisis económica. Pero antes de esta crisis  esta era una familia muy enriquecida de un pueblo cercano de Londres. A causa de esto tuvieron que dar en adopción a su hijo, a la edad de dos años, Oliver.
     Este fue llevado a un orfanato en el pueblo de Tenby, dónde lo recibieron el dueño, Cornelio Di Franco y su ayudante Cristóbal Fernández. A medida que Oliver iba creciendo Cornelio lo iba tomando mas como un propio trabajador del orfanato.
    Cuando Oliver cumplió la edad de diez años, al orfanato entraron un niño y una niña. Como eran nuevos, Oliver decidió presentarse:
-Hola… - dijo nervioso – yo soy Oliver…
-¡Hola! Yo soy Tina. Un gusto.
-Y yo soy Julián, un gusto, también de mi parte.
     Y a partir de esa simple conversación, comenzó una amistad que cada día sería más grande. A medida que los niños se fueron conociendo, Oliver les contó lo que hacía en el orfanato.
-Yo me encuentro aquí desde que tengo dos años. El Sr. Cornelio desde chico siempre me hacia hacer los deberes del lugar y hasta, a veces, me castigaba porque supuestamente le molestaba mi presencia y no me daba de comer o me dejaba horas encerrado en mi habitación.
-En serio! Me parece muy injusto e inapropiado para un chico de tu edad.-dijo Tina.
-¿No te cansas de ser explotado de esa manera? - pregunto Julián.
-Sí, pero, ¿que mas puedo hacer?
     Entonces en ese momento, a Julián se le ocurrió un plan. El plan consistía en lo siguiente: Ya que Tina era la más chica de los tres, ella se metería en la tubería hasta la oficina del Sr. Cristóbal, porque entre los niños se rumoreaba que sabían dónde se encontraban las llaves de la puerta principal del orfanato. El punto de este plan era hacer que todos los niños que quisieran escapar de allí lo hicieran. Pero además, una vez salgan este grupo de amigos permanecerían y vivirían el resto de su vida juntos.
     Al día siguiente, ya estaba todo listo para empezar el plan. Entre los niños se encargaron de entretener a los trabajadores. Mientras, Tina estaba acercándose a tomar las llaves de la oficina. Las tomó y salió rápidamente a encontrarse con Oliver y Julián.
     Ya en el atardecer decidieron llevar a cabo este gran plan. Todos los niños estaban haciendo formaciones y preparándose cosas para llevarse, algunos metieron la comida del almuerzo en sus bolsillos y mochilas. Todo ya estaba listo solo faltaba que Oliver abriera las puertas.
    Llegó el momento. Oliver se acercó pero algo lo interrumpió. El Sr. Cristóbal llegó y, muy sorprendido, intentó detener todo urgentemente; pero los niños, antes de que pudiera hacer algo, se lanzaron contra él e impidieron que pudiera moverse. Los demás huyeron lo más rápido posible.
     Oliver quedó fuera esperando la salida de sus dos amigos pero cuando logró ver algo, solo vio a Julián y Tina todavía dentro, mientras eran maltratados por los trabajadores de allí. El no podía hacer nada y sentía mucha culpa, pero como era un niño ya no tenía esperanzas. El fue finalmente decidió ir hacia el centro de la ciudad, sin saber lo que podría pasar, ya sin sus amigos para el nada tenía sentido.