Llevo horas atrapada en este auto y el viaje parece
interminable.
Mis padres
se casaron cuando yo tenía seis años y mi hermanito Mike dos, dos. Recién ahora
decidieron hacer su Luna de Miel -¡por un mes!- Ellos confían tanto en mi, nos
dejan en a los dos en la aburrida casa de mi abuela ciega, a la que ni siquiera
conozco; Mike parece que la conoce mejor
que yo. Sé que no la voy a pasar nada bien, porque no hay Internet y además
está muy lejos de la civilización. ¿Cómo es posible?
Llegamos a
una casa vieja y sucia, demasiado vieja, con una mujer vieja sentada en una
silla de madera. Supuse que era mi abuela. Mi padre tocó la bocina un par de
veces para que asomara ese vejestorio con cara de “Les hice galletitas por si
tenían hambre”. La viejita amistosa reaccionó de inmediato al escuchar la
bocina. Cuando empezamos a hablar, sentí algo raro, pero no le di importancia.
Después de hablar, supuse que mis padres tenían que marchar y debíamos entrar.
Aquella casa
lucía deteriorada, tanto en su interior como su exterior, como si perteneciera
de otra época, azulejos que ya no se fabrican, la mesa de abedul que se
encontraba justo al lado de una gran puerta de color marfil… Subimos las
escaleras y la abuela me guió, junto a mi hermano, al cuarto de huéspedes .
—El cuarto
que está a la derecha es mi habitación— dijo la abuela. Yo, sin darle mucha
importancia, desvié la mirada hacia una puerta bastante extraña que lucía
tenebrosa, tenía tantas imperfecciones que parecía que había sido tallada a
mano. De repente, escuché una voz en mi oído derecho:
—No deben
entrar ahí— dijo la abuela en tono de advertencia.
— ¿Qué hay
ahí dentro? — preguntó mi hermano.
—No importa
lo que allá allí dentro solo no entren…
—Sera mejor
no averiguarlo…— le dije susurrando a Mike
Rápidamente
lo tome del brazo y entramos a nuestra habitación.
Nos
encontramos con dos camas pequeñas, una mesita de luz entre las dos y un cajón
con tres juguetes que parecían sacados de una venta de antigüedades. La habitación
daba miedo. Mike me agarró la mano con fuerza y eso no me dio una buena
impresión…
Antes de
entrar a la habitación, la abuela nos dijo que iba a ir a preparar la cena y
que nos dejaría para acomodarnos en la habitación.
La abuela
era amable y generosa, no era tan
sospechosa como parecía. Han pasado 5 días de que estoy con ella y mi hermano.
A decir verdad, la abuela y yo podría decirse que tenemos una mejor convivencia,
Mike todavía sospecha de ella y le tiene miedo, pero sé que la quiere en el
fondo de su corazón.
Los días
pasaban, Mike comenzó a tener comportamientos extraños. Se levantaba todas las
noches, pensaba que se iba al baño, pero lo hacía tan seguido que parecía que
se dirigía a otro lado. Yo estaba muy preocupada por el así que al día
siguiente cuando se levanto para irse espere unos segundos y Salí de mi habitación
con mucha delicadeza y sutileza, cuando asome mi cabeza por la puerta intentando
no hacer ruido pude observar que estaba por ingresar a la habitación “prohibida”.
La
habitación era de un tamaño más pequeño que el de nuestra habitación, era muy
escalofriante y se podía observar que estaba muy sucio y al final de la habitación
se encontraba un espejo. El espejo era ms o menos de mi estatura y con un
aspecto viejo pero fantástico. Mike estaba en frente de él y no se veía su
reflejo. Luego cuando entre pude escuchar sonidos que se aproximaban a la habitación
—Salgamos de
este lugar—Le advertí a Mike—Mike no contestó.
Pocos
segundos después escuché la puerta cerrándose y en cuanto me di vuelta vi a la
abuela.
—Les dije
muy claramente que no entraran, pero al parecer no me escucharon…—Se escuchó
detrás de mío.
Mike y Yo
nos encontrábamos muy exaltados. La abuela estaba detrás nuestro con un
cuchillo y ojos blancos como si estuviese poseída…
— Salgamos de aquí!— me advirtió Mike.
Mike al
parecer me había empujado hacia el espejo, pero cuando entre pude lograr ver la
mano de Mike a punto de entrar al espejo al igual que yo pero de pronto no la
logre ver más, al parecer no lograre volver a verlo… Intente todo para salir
pero no lo logre. Lo siento Mike.